A pesar de la alegría de Jean-François Fogel por el editorial de El País de España sobre el último libro de Michael Reid "Forgotten Continent: The Battle for Latin America's Soul":
"...Por fin el diario El País de Madrid sacó el sábado el artículo que esperaba sobre el libro de Michael Reid Forgotten Continent: The Battle for Latin America's Soul (Yale University Press). Es un libro en inglés, claro, pero tarde o temprano debería entrar en el mundo hispano el debate sobre la visión de América Latina que tiene Reid, editor de la sección de América en el semanal The Economist y conocedor reconocido de esta parte del mundo desde hace más de veinte años. Una "multitud de expertos, periodistas y políticos, tanto de la propia región como de Estados Unidos y Europa niegan persistentemente el progreso" del continente latino, nota Reid, que tiene una fenomenal capacidad para convencer a sus lectores de la visión opuesta: América Latina va para mejor..." (Click y lee el editorial de Fogel)
No deberíamos sentir los mismo del veterano - y seguro asesor de Los Clinton - Joseph Nye, que en una entrevista para "La Semana" manifiesta la hipocrecía con la cual las administraciones norteamericanas se congratulan de las mejoras de sus hermanos latinoamericanos:
SEMANA: ¿Cuáles son las principales tareas del próximo presidente?
J. N.: Bush le dejará varios problemas a su sucesor. En política exterior están claros: la guerra en Irak, los líos con Irán, los tropiezos con Pakistán. El nuevo presidente debe manejarlos, pero también impedir que estos determinen exclusivamente la política exterior. Otra tarea clave será un cambio de estilo. Hay que hacer más consultas con los demás países y prestarle más atención al 'poder blando', que es la capacidad de influir en otros países por nuestra capacidad de atracción.
SEMANA: ¿Sacaría usted las tropas de Irak?
J. N.: Sí. El problema es qué tan rápido. Yo creo que, siendo realistas, estaríamos hablando de un par de años.
SEMANA: Michael Reid, editor para América Latina de 'The Economist', dice en su libro 'El continente' olvidado que a las grandes potencias no les importa esta región porque no es demasiado pobre, ni demasiado rica, ni demasiado peligrosa.
J. N.: Eso es un error. América Latina sí importa. El problema es que Latinoamérica fue otra víctima del 11 de septiembre. Desde entonces la atención se volcó hacia Oriente Medio. Yo espero que el próximo presidente tenga más equilibrio en eso.
SEMANA: ¿Debe preocuparse más el próximo gobierno por lo que hacen el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y sus socios políticos?
J. N.: No directamente. El próximo presidente debería dejar claro que a los países les sirve trabajar con Estados Unidos, y que Chávez y Morales pagarán un precio si toman su propio camino. Además, mientras más atención se les preste, más fortalecidos saldrán y eso será útil para ellos. Estados Unidos debería enfocarse más hacia Brasil, o Chile, o Colombia, y asegurar que las buenas relaciones son benéficas para esos países.
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