jueves, 29 de mayo de 2008

"MiRaR PaRa OtRo LaDo NO eS HacErSe EL BoLuDo..." (OkEy ObAmA...)


Con la certeza de siempre, y la contundencia de palabras como balas, Amy Goodman desnuda la hipocrecía de un "sistema bélico que desarrolla el progreso de un país imperial". O acaso no se trata de la "Nueva Roma de Bush...", esperando que no sea la misma de Barack Obama.

La carrera presidencial ignora la carrera armamentista

(Por Amy Goodman) "...Mientras la carrera por la presidencia de Estado Unidos continúa, también avanza de igual modo la carrera armamentista en todo el mundo.
Hay personas – civiles, niños – que mueren o quedan mutiladas, día a día, a causa de bombas de racimo y minas terrestres sin detonar. Miles de misiles nucleares permanecen en estado de máxima alerta.
El gobierno estadounidense lanza amenazas contra Irán, acusándolo de llevar a cabo un programa de desarrollo de armas nucleares, mientras al mismo tiempo ofrece uranio a Arabia Saudita.

Y, con la guerra de Irak en su sexto año, uno de sus artífices, Douglas J. Feith, ex subsecretario de Políticas de Defensa del Pentágono durante la gestión de Donald Rumsfeld, ha dado forma, como era de esperar, a una versión revisionista de la historia de la guerra y las decisiones que condujeron a ella.

Feith declaró esta semana: “Y si bien fue un terrible error que el gobierno confiara en la información incorrecta sobre las armas de destrucción masiva, y fue catastrófico para nuestra credibilidad, fue ante todo un verdadero error y no una mentira… Pero dejando de lado ese error, lo que encontramos en Irak fue una grave amenaza de armas de destrucción masiva, a pesar de que Saddam había decidido no mantener las reservas, se había colocado en una posición en la que podría haber regenerado esas reservas en un plazo de 3 a 5 semanas”.
Durante una entrevista, le pregunté a Hans Blix sobre los comentarios de Feith. Blix fue Inspector Jefe de armas de la Organización de las Naciones Unidas, y estuvo a cargo de la búsqueda de las armas de destrucción masiva. Reflexionando sobre lo ocurrido hace cinco años, dijo: “Probar que no hay nada es casi imposible. [Pero], creo que si hubiéramos permanecido en Irak un par de meses más, habría bastado para dejar suficientemente claro a todo el mundo que las posibilidades de que no existieran armas de destrucción masiva eran reales”.
En lugar de esperar al resultado de las inspecciones, el Pentágono estaba ocupado en tratar de desacreditar a Blix. Le pregunté sobre las acusaciones de que Estados Unidos plantó micrófonos para realizar escuchas en su oficina y en su casa.

Me dijo: “Pido al cielo que hubieran prestado un poco más de atención a lo que decía, si es que de hecho estaban escuchándome”.Blix describe el estado actual del mundo como un estado de “Paz Fría”: “Es difícil evitar la sensación de que –casi 20 años después del final de la Guerra Fría– los cálculos militares siguen dominando el modo de pensar las relaciones mundiales a largo plazo.
El terrorismo se ha convertido formalmente en el enemigo principal, pero se toman precauciones contra el creciente poder de China y Rusia”.

El pacto de cooperación nuclear con India del presidente Bush, la declarada disposición de Barack Obama de atacar unilateralmente a Pakistán, que es un aliado estadounidense y potencia nuclear, la promesa de Hillary Clinton de “destruir por completo” a Irán si ese país de 70 millones de habitantes atacara a Israel, y la posición dura de John McCain en relación con Rusia, que incluye el despliegue de un escudo antimisiles en Europa del Este; todos estos signos señalan una dependencia de las soluciones militares, cosa que Blix ve como un camino hacia el conflicto y la guerra.
En una notable muestra de hipocresía, el gobierno de Bush ha prometido proporcionar uranio enriquecido a Arabia Saudita.
El activista antinuclear Harvey Wasserman dijo: “La idea de proporcionarle uranio enriquecido a los sauditas mientras se amenaza con declarar la guerra a los iraníes por enriquecer uranio es increíble. Es casi asombroso que alguien piense que los sauditas van, por alguna razón, a bajar el precio del petróleo a cambio de la posibilidad de conseguir reactores nucleares en el futuro”.
Le pregunté a Blix qué es lo más importante que Estados Unidos podría hacer para apoyar la paz mundial. Firmar el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares, dijo: “Entonces, creo que sería muy probable que los chinos, que no han ratificado el tratado, lo hicieran.
Si China lo hace, quizá India lo haga. Si India lo hace, Pakistán también, etc. Y así, el tratado tendría fuerza. Sería estupendo que prohibiéramos toda prueba de armas nucleares en el futuro”.
Las armas nucleares no son las únicas armas de destrucción masiva. Mientras conversaba con Blix, cientos de personas estaban reunidas en Dublín, Irlanda, para elaborar un tratado contra las bombas de racimo, la causa que impulsó la Princesa Diana durante los últimos años de su vida.
La Conferencia Diplomática de Dublín sobre Municiones de Racimo está dedicada a “negociar un nuevo instrumento legal de alcance internacional y humanitario que prohíba las municiones de racimo que causen un daño inaceptable a los civiles”.
En la conferencia de Dublín participan 128 países. El principal productor de municiones de racimo, Estados Unidos, no asistió a la conferencia. Rusia y China tampoco han asistido.
Desde la proliferación nuclear hasta el uso de bombas de racimo, la cobertura de la campaña presidencial debería centrarse más en la carrera armamentista y menos en la carrera de caballos..."



Posdata desde la trinchera: Si acaso para muestra hace falta un botón, es interesante leer esto...

"...El ex Secretario de Prensa de la Casa Blanca Scott McClellan acusó al gobierno de Bush de manipular deliberadamente al público para llevar a cabo la guerra en Irak.
En una nueva autobiografía, McClellan escribió: “Durante el verano de 2002, altos colaboradores de Bush desarrollaron una estrategia para organizar cuidadosamente la campaña para vender enérgicamente la guerra… En la era de las campañas permanentes, lo único que había que hacer era manipular fuentes de opinión pública para favorecer al Presidente”.
Y agregó: “Lo único que sé es que sólo debería llevarse a cabo una guerra de ser necesario, y la guerra de Irak no era necesaria”. McClellan también culpa al equipo de prensa de la Casa Blanca por su conducta previo a la invasión de Irak, alegando que fue muy benevolente con el gobierno de Bush.
También critica al Presidente por la manera en que manejó el Huracán Katrina. McClellan dice que la Casa Blanca pasó la primera semana tras el Huracán Katrina “en estado de negación”.
También afirma que el ex asesor de la Casa Blanca Karl Rove hizo que el avión Fuerza Aérea Uno sobrevolara Nueva Orleáns para obtener publicidad positiva y contrarrestar las críticas públicas sobre la respuesta de la Casa Blanca. McClellan renunció en abril de 2006, luego de casi tres años como secretario de prensa de Bush..."

* Fuentes: Democracy Now! / Amy Goodman / USA Today / Google / AN / Blogs Alternativos

lunes, 26 de mayo de 2008

"El TeRReMoTo dE NaOmI KLeIn SoPLa dE NuEvO"


Cuando llegaron las noticias sobre el catastrófico terremoto en Sichuan, me acordé de Zheng Sun Man, un activísimo ejecutivo de seguridad con el que coincidí en un reciente viaje a China.

Zheng dirige la Aebell Electrical Technology, una empresa radicada en Guangzhou que fabrica cámaras de vigilancia y sistemas de megafonía para venderlos al gobierno.
Zheng, un licenciado de 28 años con adicción a los mensajes por telefonía móvil, estaba decidido a convencerme de que sus cámaras y sus megáfonos no se usaban contra los activistas a favor de la democracia ni contra los organizadores de los trabajadores en las fábricas.
Sirven para la gestión de los desastres naturales, me explicó Zheng, ejemplificando con las tormentas de nieve antes del Año Nuevo Lunar.

Durante esa crisis, el gobierno “consiguió servirse de la información procedente de las cámaras instaladas en las vías de los ferrocarriles para transmitir el modo de enfrentarse a la situación y para organizar la evacuación. Vimos cómo el gobierno central pudo dirigir desde el norte las situaciones de emergencia en el sur.”
Evidentemente, las cámaras de vigilancia tienen también otros usos, como ayudar a imprimir pósters con los rostros de los activistas tibetanos “más buscados”.

Pero no le falta cierta razón a Zheng: nada amedrenta más a un régimen represivo que un desastre natural. Los Estados autoritarios gobiernan con el miedo y por la vía de proyectar un aura de control total. Cuando, de repente, ofrecen la impresión de andar cortos de personal, de estar ausentes o de carecer de organización, sus súbditos pueden cobrar peligrosamente coraje.

Hay que tener eso en mente cuando se observa el esfuerzo de dos de los más represivos regímenes del planeta –China y Birmania— para responder a sendos desastres devastadores: el terremoto de Sichuan y el ciclón Nargis. En ambos casos, los desastres han revelado una grave debilidad política de esos regímenes, y las dos crisis tienen potencial para brotes incendiarios de furia política harto difíciles de controlar.
Cuando China construye y levanta edificios, los residentes tienden a callar respecto de lo que todo el mundo sabe: que los desarrollistas acostumbran a saltarse los códigos de seguridad y que los funcionarios locales aceptan sobornos para silenciarlo.
Pero cuando China se derrumba –incluidas al menos ocho escuelas—, la verdad tiene una vía de escape. “Mirad todos esos edificios. Tenían la misma altura, pero ¿por qué cayó el segundo?”, preguntaba en Juyuan un familiar desolado.

Una madre en Dujiangyan declaró al Guardian: “Los funcionarios chinos son demasiado corruptos y malvados... Tienen dinero para prostitutas y amantes, pero no para nuestros hijos”.
Que los estadios olímpicos hayan sido construidos a prueba de terremotos, es pobre consuelo. Cuando estuve en China, no era fácil encontrar a quien criticara la torrentada del gasto olímpico.

Ahora, una muchedumbre de mensajes en los principales portales electrónicos hablan de “derroche” y llaman “inhumana” la continuación de los relevos de la antorcha olímpica.
Pero nada de eso puede compararse con la rabia despertada por los sucesos de Birmania, en donde los supervivientes del ciclón han apaleado al menos a un funcionario local, indignados con su incapacidad para distribuir el socorro.
El gobierno militar birmano ha emitido docenas de comunicados atribuyéndose el mérito de suministros procedentes de países extranjeros. Y según ha terminado por verse, ha hecho más incluso que arrogarse méritos: en algunos casos, se ha apropiado de las ayudas.

Según un informe del diario Asia Times, el régimen habría distraído cargamentos con alimentos para distribuirlos entre sus 400.000 soldados. El motivo que subyace a ese comportamiento revela la amenaza que el desastre representa para la existencia misma del régimen.
Se diría que los generales están “obsesionados con un miedo casi patológico a la división en sus propias filas... si no se da a los soldados prioridad en la distribución de la ayuda y no consiguen alimentos por sí mismos, crece la probabilidad de motines”.

Mark Farmaner, director de la campaña de ayuda a Birmania en el Reino Unido, confirma que antes del ciclón los militares estaban ya lidiando con una ola de deserciones.
Este robo de alimentos, de escala relativamente pequeña, sirve para fortalecer a la junta militar de cara a un golpe de mucha mayor envergadura: el que tiene lugar a través del referéndum constitucional, en cuya celebración a cualquier precio no han dejado de insistir contra viento y marea los generales.
Tentados por unos precios altos, los generales birmanos han exprimido la abundancia natural del país, despojándolo de piedras preciosas, maderas nobles, arroz y aceites.

Mas, por beneficioso que ello resulte, el general Than Shwe sabe que no podrá resistir indefinidamente las exigencias de democracia.
Copiando una página del libro de instrucciones del dictador chileno Augusto Pinochet, los generales han confeccionado una Constitución que permite elecciones, pero garantizando que ningún gobierno futuro tendrá jamás poder para perseguirles por sus crímenes u obligarles al reintegro de su mal adquirida riqueza.

Como bien dice Farmaner, tras las elecciones, los dirigentes de la junta militar trocarán las botas por los trajes”. Y, ahora el ciclón viene a ofrecerles una última –y enorme— posibilidad de negocio: bloquear la llegada de la ayuda al fertilísimo delta de Irrawaddy monta tanto como condenar a muerte a centenares de miles de campesinos arroceros (el grueso de ellos, miembros de la etnia Karen).

Según Farmaner, “esas tierras pueden acabar en manos de hombres de negocios compinchazos con los generales” (emulando el despojo de tierras en los frentes de playa que tuvo lugar en Sri Lanka y en Tailandia tras el Tsunami asiático). Eso no es incompetencia; ni siquiera demencia. Es limpieza étnica al estilo laissez-faire.
Si la junta militar birmana logra evitar el amotinamiento y consigue esos objetivos, será en buena medida gracias a China, que viene bloqueando con gran diligencia todos los intentos de la ONU para intervenir humanitariamente. Dentro de China, en donde el gobierno central se esfuerza denodadamente por mostrarse compasivo, las noticias de esa complicidad resultarían explosivas.

¿Las recibirán los ciudadanos chinos? Es muy posible, desde luego. Hasta ahora, Beijing ha mostrado una tremenda determinación a la hora de censurar y controlar toda forma de comunicación.

Pero, después del terremoto, el conocido “Muro de Fuego” encargado de censurar Internet está fallando de mala manera. Los blogs proliferan salvajemente, y hasta los reporteros de los medios de comunicación estatales se avilantan a informar de las noticias.
Esta es acaso la mayor amenaza que los desastres naturales representan para los regímenes represivos. Para los dominadores chinos, nada ha resultado más crucial en punto a mantener su poder que la capacidad para controlar lo que las gentes ven y escuchan.
Si pierden esa capacidad, ni cámaras de vigilancia ni megáfonos les servirán de gran cosa.

Naomi Klein es autora de numerosos libros, el más reciente The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism.
Traducción para
www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench


* Fuentes: Rebelión / Naomi Klein web / Google / AN / Blogs alternativos

jueves, 15 de mayo de 2008

SoCiALiSmO InFoRmÁTiCo CoMo EsCuDo De LiBeRTaD: CaSo SaMi Al-HaJ


La guerra de EE.UU. contra periodistas

(Por Amy Goodman) Sami al-Haj es hoy un hombre libre luego de haber sido prisionero del ejército de Estados Unidos durante más de seis años. ¿Su crimen?: Ejercer el periodismo.
En su embestida contra los periodistas, el gobierno de Bush ha encarado acciones tales como ataques directos, intimidación, encarcelamiento y bloqueo informativo para limitar la capacidad de los periodistas para hacer su trabajo. El blanco principal durante estos últimos siete años ha sido Al-Jazeera, la emisora árabe de televisión con sede en Doha, Qatar.

En noviembre de 2001, a pesar de que Al-Jazeera había proporcionado al ejército de Estados Unidos las coordenadas de sus oficinas en Kabul, bombarderos estadounidenses atacaron la sede de Al-Jazeera, destruyéndola.
Un reportero de Al-Jazeera que cubría la cumbre entre George Bush y Vladimir Putin celebrada en Crawford, Texas, ese mismo mes, fue detenido por el FBI porque su tarjeta de crédito estaba "vinculada a Afganistán".

En la primavera de 2003, Estados Unidos lanzó cuatro bombas sobre el hotel Sheraton de Basora, Irak, lugar en el que los corresponsales de Al-Jazeera –los únicos periodistas que informaban desde aquella ciudad– eran los únicos huéspedes.
Otro trabajador de Al-Jazeera, al pasar por un puesto de control en Bagdad, mostró su identificación a un infante de marina estadounidense, pero sólo consiguió que los marines dispararan contra su vehículo. Él salió ileso.

No se puede decir lo mismo de Tareq Ayyoub, un corresponsal de Al-Jazeera que se hallaba en el techo de las oficinas de la cadena de noticias en Bagdad el 8 de abril de 2003 cuando un avión de combate estadounidense lanzó misiles contra el edificio.
Tareq resultó muerto. Su viuda, Dima Tahboub, me dijo: "El odio engendra odio. Estados Unidos afirmó que estaba haciendo esto para aniquilar el terrorismo. ¿Quién practica el terrorismo ahora?"
Y luego está la historia de Sami al-Haj.

Como camarógrafo de Al- Jazeera, informaba sobre la invasión estadounidense de Afganistán. El 15 de diciembre de 2001, cuando se encontraba en una ciudad paquistaní cercana a la frontera con Afganistán, Haj fue arrestado, y posteriormente enviado a una prisión en Afganistán.
Seis meses después, esposado y amordazado, fue trasladado en avión a la prisión estadounidense de la Bahía de Guantánamo. Haj estuvo detenido allí durante casi seis años, fue interrogado repetidas veces pero nunca se lo acusó de ningún crimen y nunca fue juzgado por ningún tribunal.

Realizó una huelga de hambre durante más de un año, pero fue alimentado a la fuerza por sus carceleros, a través de un tubo introducido por la nariz hasta su estómago.
Haj fue liberado repentinamente esta semana. El gobierno de Estados Unidos anunció su traslado a Sudan, su país de origen, para ser custodiado allí, pero el gobierno de Sudán no llevó a cabo ninguna acción contra él. Fue llevado inmediatamente a una sala de urgencias, y en poco tiempo fue visto nuevamente en su emisora, Al-Jazeera:"Estoy muy feliz de estar en Sudán, pero a la vez estoy muy triste por la situación de nuestros hermanos que siguen en Guantánamo. Las condiciones en Guantánamo son muy, muy malas, y empeoran día a día.

Nuestra condición humana, nuestra dignidad humana fue violada; el gobierno estadounidense fue más allá de todos los valores humanos, de todos los valores morales y de todos los valores religiosos.
En Guantánamo hay animales llamados iguanas, ratas que son tratadas con más humanidad. Pero hay gente de más de 50 países que está completamente privada de todos sus derechos y privilegios, y a quienes no les conceden los derechos que otorgan a los animales".

Haj describió la profanación del Corán como parte de los esfuerzos para quebrantar su voluntad: "Demostraban su desprecio al Corán, lo destruyeron varias veces y ponían sus pies sucios sobre él. También se sentaban en el Corán cuando intentaban enfadarnos.
Cometieron repetidas violaciones contra nuestra dignidad y nuestros órganos sexuales". Al menos un funcionario del Departamento de Defensa ha negado esas acusaciones.
En enero, Asim al-Haj, hermano de Sami, me habló sobre los 130 interrogatorios en una entrevista: "Durante aquel tiempo, los interrogatorios trataban todos sobre Al-Jazeera y su presunta relación con al-Qaeda. Intentaron inducir a mi hermano a que espiara a sus colegas de Al-Jazeera".

Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), 10 periodistas han permanecido detenidos por el ejército de Estados Unidos durante largos períodos de tiempo y después han sido liberados sin que se presentaran cargos en su contra.
Hace unas semanas, el ejército estadounidense liberó en Irak al fotógrafo de Associated Press Bilal Hussein, ganador del Premio Pulitzer, luego de haberlo mantenido en prisión durante dos años sin presentar cargos en su contra.
El ejército había acusado a Hussein en una ocasión de ser un "agente terrorista que se había infiltrado en AP".El comité informa que 127 periodistas y otros 50 trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados en Irak desde 2003, mucho más del doble de los periodistas fallecidos en la Segunda Guerra Mundial.

Debemos recordarle al gobierno de Bush: no maten al mensajero


Posdata: Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now!, noticiero internacional diario emitido en más de 700 emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo.

© 2008 Amy Goodman

Traducido por: Ángel Domínguez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org www.democracynow.org/es

viernes, 9 de mayo de 2008

1968...MaYo...2008: LLeGó La HoRa dE HaBLaR !!!


"...Que en los salones ya tranquilizados se diviertan a costa de Mayo
del 68,no nos importa,mañana verán que les aguardaba una sorpresa,porque el
combate no ha hecho más que empezar..."

DANIEL BENSAID

Cuando la palabra se convierte en memoria de barricada y rebeldía...

Durante el mes de mayo de 1968 las protestas estudiantiles y las huelgas obreras sacudieron los fundamentos de la República Francesa. De hecho, el 1968 fue un año de revuelta global que afectó Francia, pero también Checoslovaquia, Japón, la República Federal Alemana, México y los Estados Unidos.

Daniel Bensaïd (Tolosa de Llenguadoc, 1946) participó directamente de la revuelta francesa. Es uno de los fundadores de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y actualmente es profesor de filosofía a la Universidad de París-VIII.

El pasado 24 de mayo participó en unas jornadas sobre el Mayo del 68 organizadas por el colectivo catalán Revolta Global. Con él conversamos sobre la revolución de los sesenta, la situación actual de la izquierda en el Estado francés y el futuro del marxismo.

Revolución generacional, revolución social o proceso revolucionario. ¿Qué fue el Mayo del 68?

Una mezcla de todo. El componente generacional sin duda lo tenía; éramos la generación de posguerra, la primera que accedió masivamente a la educación superior y éramos un nuevo actor social. También había un componente de revolución social nada despreciable, tanto en el Estado francés como en las grandes revoluciones que poco después estallarían en Italia.

A menudo se olvida que el 68 fue un movimiento de revoluciones que no sólo estuvo focalizado al Estado francés...

En aquel momento, la influencia de las movimientos radicales que existían en lugares como Italia, Japón o entre el movimiento negro de los Estados Unidos era muy grande, y estaban muy presentes. Ahora, en este cuadragésimo aniversario la visión que el 1968 fue un año de protestas internacionales está mucho más presente que en aniversarios anteriores, cuando sólo se hablaba de Francia.

Vietnam era una referencia obligada.

Vietnam era el punto que unificaba esta generación política, fue una referencia mundial. Constantemente recibíamos noticias de matanzas en aquel país asiático, también de protestas y muertes en los campus universitarios norteamericanos. Además, había muchos desertores de aquella guerra que se exiliaron en Europa. Un momento muy importante fue la manifestación contra la guerra de Vietnam celebrada en Berlín a finales de enero de 1968. Era un lugar simbólico, el lugar dónde murió Rosa Luxemburgo, y además era necesario atravesar parte del bloque soviético para llegar. Creo el núcleo que después seria el mayo francés, que no fue paso un movimiento nacido de la nada.

¿Cómo influyó a nivel personal el mayo francés?

Bien, yo ya estaba metido en política antes del 68. A Tolosa entré en contacto con el movimiento comunista, que era muy fuerte y estaba nutrido por muchos exiliados y hijos de exiliados de la guerra civil española; también había el tema de la guerra de Argelia, que me condujo a entrar a las juventudes del Partido Comunista Francés.
El momento clave de mi vida política fue el 1966. A mi y a trescientos compañeros más nos expulsaron del partido por nuestras críticas a la dirección. Veíamos el PCF un partido demasiado moderado, tibio en su apoyo al pueblo argelino y vietnamita, y además, éramos muy críticos con el apoyo del partido a la candidatura de Mitterrand (del Partido Socialista) a las presidenciales. En aquel momento ser expulsado del PCF era muy duro, no teníamos el menor asomo de futuro. Éramos trescientos jóvenes y el partido representaba centenares de miles de militantes y era hegemónico a la izquierda. No teníamos el menor asomo de futuro político... Aun así llegó el estallido de 1968 y confirmó que había espacio para una izquierda radical, que nuestros análisis no eran erróneos del todo. Hizo ver que otro mundo era posible.

Daniel Cohn Bendit fue uno de los líderes del mayo del 68 y ahora es eurodiputado por los Verdes alemanes. Hace poco que ha publicado el libro Forget 68 dónde pide a las nuevas generaciones que olviden el mayo del 68. ¿Qué opina de su actitud?

Daniel Cohn Bendit fue indiscutiblemente una figura importante del mayo francés. Ahora es uno de los muchos líderes de aquella generación que han acabado engrosando las filas del social liberalismo, cuando no lo han hecho de la derecha reaccionaria. Defendió el “Sí” a la Constitución europea.
Según Cohn Bendit la cultura del 68 salió vencedora y por esto no hace falta mirar al pasado. Esto es una barbaridad! En estas últimas décadas el que desgraciadamente ha triunfado ha sido una auténtica contrarrevolución ideológica. La única cosa interesante que dice en su libro es que los jóvenes tienen que aspirar a más de lo que aspirábamos nosotros entonces, y en esto tiene toda la razón, habéis de desear más.

¿Qué impresión le causaron las revueltas vividas últimamente a los suburbios de las grandes ciudades francesas?

Fueron muy sorprendentes. Allá no había ni líderes, ni organización, ni palabra. Era el grito de rabia de gente víctima de represión racial, laboral, espacial y educativa. Ahora se detecta una incipiente organización, así como intentos de captación de algunos miembros de la comunidad por parte de la socialdemocracia y la derecha. De las revueltas de las banlieues me impresionó el hecho que la violencia iba dirigida contra sus vehículos, sus escuelas... En mayo del 68 nosotros queríamos quemar el Banco de Francia, y no las escuelas ni la Sorbona!

¿La izquierda política ha conseguido acercarse a las problemáticas de estas comunidades?

En el Estado francés tenemos un problema. Hemos conseguido un relativo éxito en la participación de las mujeres en las organizaciones políticas y sociales, sin llegar todavía desgraciadamente a la paridad. Aún así, la política continúa siendo cosa de franceses blancos, y los hijos de la inmigración difícilmente se ven representados cómo haría falta en las organizaciones políticas. En los años sesenta, a los activistas, nos era muy difícil hacernos sentir entre los obreros cuando repartíamos panfletos a la entrada de las fábricas, ahora todavía es más difícil hacerlo a ciertas barriadas.

La clase trabajadora está dividida.

No, no del todo. Antes era más fácil estar unidos, los obreros trabajaban juntos a la cadena de montaje, entonces había menos racismo porque había más sentimiento colectivo. Pero hoy a las escuelas y en menor medida a las universidades los hijos de clase obrera conviven sin importar sus orígenes. Es aquí dónde debemos trabajar y crear conciencia de clase.

¿Hay posibilidades para una fuerza anticapitalista unitaria en el Estado francés?

El espacio sociológico lo tenemos y sería bueno. Antes de las presidenciales hubo mucha ilusión respeto una lista unitaria pero fracasó. Una plataforma es posible, tal y como demostró el éxito de la movilización por el “No” a la Constitución europea... claro que siempre es más fácil decir “No”, que hacer propuestas...
Desde la LCR ponemos dos condiciones básicas para avanzar hacia a un proyecto unitario. La primera de ellas es la total independencia respeto a la socialdemocracia. La segunda, la democracia interna y el debate. No queremos que pase lo que ha pasado en Italia con la izquierda del Arco Iris. La LCR ha pasado dos décadas intentando pactar con los dirigentes de otros partidos de izquierda, hacer las cosas desde arriba. La nueva generación del partido, encabezada por Olivier Besancenot, piensa muy acertadamente que hace falta trabajar con los movimientos políticos y sociales de base, hacer el cambio desde a bajo. El cambio sólo será posible así.

Usted es profesor de filosofía y se ha especializado en teoría marxista. ¿Qué papel depara el siglo XXI a las ideas Marx?

Hay que verlo. La globalización y el mundo actual dan la razón a Marx y a sus teorías sobre el capitalismo. Marx no está enterrado, como muchos afirmaron en los años 80 y 90. El semanario Newsweek publicó en portada la defunción de Marx. Esto es una tontería, seria como decir que ¡Aristóteles está muerto! El marxismo nace al siglo XIX y ha sufrido muchas evoluciones y seguirá evolucionando mientras sea objeto de estudio, las desigualdades sociales existan. El marxismo será importante en el futuro, siempre y cuando se haga una lectura amplia y no dogmática.



* Fuentes: Rebelión / Marc Lamarca - L’ACCENT / Google / AN / Soc. Inf.